Más opciones de movilidad, dinamización de la economía y competitividad son los aportes del sector automotor

 

 

Quito, 24 de julio de 2018

 

Boletín Aeade No. 09-2018

 

Más opciones de movilidad, dinamización de la economía y competitividad son los aportes del sector automotor

 

  • La gama económica impulsa las ventas del sector automotor. El 44% de los vehículos nuevos que se comercializaron durante el primer semestre de 2018 tienen un precio de venta de hasta USD $20.000.
  • La recuperación del sector automotor en el 2018 dinamiza la economía nacional, a través de la generación de nuevas plazas de empleo, la mejora de la competitividad del transporte y un aporte tributario que en 2018 sumará alrededor de $1470 millones

 

El sector automotor está viviendo una recuperación y esto se debe fundamentalmente a factores como el crecimiento de la propia economía; la expansión de crédito; el aumento del índice de la confianza del consumidor; el crecimiento sostenido del PIB durante los últimos meses; y el desmonte de medidas restrictivas a la importación.

 

La recuperación del sector trae considerables beneficios para la economía del Ecuador. Actualmente existen mayores opciones de movilidad para los consumidores, mejores precios, además de un incremento de empleos y competitividad. “Observamos una coyuntura positiva para el sector, con la iniciativa de la Ley de Fomento Productivo, que promueve la atracción de inversiones al país y con un panorama de inserción internacional en el que se vislumbran acuerdos comerciales y de inversión con nuestros principales socios, incluyendo una potencial asociación a la Alianza del Pacifico, lo que brindará mayor confianza para las inversiones en el país” señalo Genaro Baldeón, Presidente Ejecutivo de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

 

Durante la fase de restricción del mercado, el volumen de ventas de vehículos con un valor de hasta USD $20.000 fue el que más se contrajo: alcanzó un 34% de participación en 2015. En 2017, con la eliminación de las medidas restrictivas, este porcentaje ascendió a 37% y en este primer semestre 2018, llegó a 44%. Esto muestra que existía una demanda represada que requería ser atendida.

 

La recuperación del sector automotor se refleja en el nivel de ventas del período enero-junio 2018: con 68.280 unidades vendidas, se acerca al nivel de ventas registrado en 2011. Los vehículos comerciales (buses, vans y camiones) son los que menos recuperación presentan, con 6.712 unidades vendidas, cifra que se encuentra aún por debajo del promedio de la década, que es de 7.030 unidades.

 

Entre los datos a destacarse, se subrayó el aumento de ventas de vehículos híbridos y eléctricos en los últimos años, lo cual muestra el interés de los ecuatorianos por tecnologías de movilidad más eficientes y menos contaminantes. Sin embargo, la eliminación de la tarifa 0% de IVA para vehículos híbridos que se establece en el veto a la Ley de Fomento Productivo que envió el Gobierno a la Asamblea Nacional el día 18 de julio significaría un retroceso, pues desincentiva la transición a estas nuevas tecnologías. “El Ecuador no puede quedarse rezagado en la transición hacia vehículos y combustibles de menor impacto ambiental. Como sector, aún tenemos una participación pequeña de las nuevas tecnologías y todavía es necesario hacer un esfuerzo en la introducción de este tipo de vehículos al país” afirmó el doctor Baldeón.

 

En definitiva, el sector automotor vive un clima positivo. Sin embargo, debe enfrentar desafíos como la focalización de subsidios, o la mejora de la calidad de combustibles, lo que aportaría también a la introducción de tecnologías más eficientes.

 

“El sector automotor, así como el sector empresarial en su conjunto, necesita previsibilidad, visión y horizonte, de mediano y largo plazo. La movilidad sostenible precisamente requiere que el país tenga un objetivo para los siguientes años, las próximas décadas incluso” comentó el principal de Aeade. Además, hizo referencia a las políticas mundiales que impulsan mayor eficiencia, menores niveles de emisiones y la posibilidad de que los ciudadanos cumplan  con su derecho a la movilidad, a través de una combinación de transporte público adecuado y vehículos particulares.

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